¿Qué ATM en un reloj? Guía completa para entender la resistencia al agua
Cuando compras un reloj, es muy común encontrar especificaciones como «3 ATM», «5 ATM» o «10 ATM». Estas siglas hacen referencia a su resistencia a la presión atmosférica, y en términos prácticos, a su capacidad para soportar el contacto con el agua. Sin embargo, estas cifras no siempre significan lo que aparentan, y es importante entenderlas correctamente si deseas cuidar tu reloj y prolongar su vida útil.
En este artículo, exploramos qué es exactamente la presión atmosférica (ATM) en relojería, cómo se mide y qué puedes (y no puedes) hacer con tu reloj según su nivel de resistencia.
¿Qué es la presión atmosférica (ATM)?
ATM es la abreviatura de «atmósferas», una unidad de medida de presión. En relojería, 1 ATM equivale a la presión ejercida por una columna de agua de 10 metros de altura. Esto quiere decir que, teóricamente, un reloj con resistencia de 5 ATM podría soportar la presión de hasta 50 metros de profundidad bajo el agua.
Sin embargo, esta medida se realiza en condiciones de laboratorio estáticas. En la vida real, el movimiento, los cambios de temperatura y la presión dinámica (como al nadar o bucear) pueden generar mucha más presión sobre el reloj de lo que indican esos números.
Niveles de resistencia al agua según ATM
Aquí te dejamos una tabla práctica para entender qué puedes hacer con tu reloj según su nivel de resistencia:
Resistencia | Equivalente teórico | Uso recomendado |
---|---|---|
3 ATM / 30 m | Lluvia, salpicaduras | Lavarse las manos, lluvia ligera |
5 ATM / 50 m | Ducha, piscina | Nadar en superficie |
10 ATM / 100 m | Deportes acuáticos | Snorkel, natación intensa |
20 ATM / 200 m | Buceo recreativo | Submarinismo sin tanque |
30 ATM / 300 m o más | Buceo profesional | Con tanque, exploración |
Importante:
3 ATM no significa que puedas sumergirte 30 metros, solo que puede resistir la presión equivalente a esa profundidad en condiciones estáticas.
La acción de mover los brazos en el agua, ducharse con agua caliente o pulsar botones bajo el agua aumenta la presión que el reloj soporta.
¿Cómo se mide esta resistencia?
Los relojes se someten a pruebas específicas durante su fabricación. Los tests simulan entornos con diferentes niveles de presión para asegurar que no entra agua dentro de la caja. Estas pruebas se realizan en cámaras selladas con vapor de agua o aire comprimido.
En modelos más avanzados (como relojes de buceo certificados bajo la norma ISO 6425), también se prueban aspectos como:
Resistencia a golpes y cambios de temperatura
Corrosión por agua salada
Funcionamiento bajo presión prolongada

¿Qué afecta la resistencia al agua de un reloj?
Aunque un reloj tenga una buena calificación de resistencia, esta puede verse comprometida con el tiempo si no se cuida adecuadamente.
Factores que pueden afectar:
El envejecimiento de las juntas de sellado: con el paso del tiempo, las juntas que protegen el interior del reloj pueden deteriorarse.
Golpes o impactos: un golpe puede desplazar las juntas y permitir la entrada de humedad.
Cambios bruscos de temperatura: por ejemplo, entrar a una piscina fría después de estar al sol puede afectar el sellado.
No cerrar bien la corona o pulsadores: si el reloj tiene corona roscada y no está bien cerrada, entra agua fácilmente.
Por eso, los expertos recomiendan hacer un mantenimiento periódico, especialmente si usas el reloj para actividades acuáticas con frecuencia.
¿Necesito un reloj con mucha resistencia al agua?
No todos los usuarios necesitan un reloj con 20 ATM o más. Depende de tu estilo de vida. Aquí algunas recomendaciones según el uso:
Uso diario sin actividades acuáticas: un reloj de 3 ATM es suficiente.
Nadadores recreativos o fitness: opta por 5 a 10 ATM.
Aficionados al buceo o deportes náuticos: busca relojes con 20 ATM o más, preferiblemente con certificación de buceo.
Profesionales del mar o submarinismo: modelos especializados con 300 m o más y válvula de helio.
Cómo cuidar tu reloj y su resistencia al agua
Evita ducharte con él si no tiene al menos 5 ATM, especialmente con agua caliente.
No manipules la corona o los botones bajo el agua, a menos que el reloj esté diseñado para ello.
Aclara con agua dulce después de usarlo en el mar o piscina.
Llévalo al servicio técnico cada 1 o 2 años para comprobar la estanqueidad.
Guárdalo en un lugar seco y evita exponerlo a químicos, perfumes o jabones.
Conclusión
La resistencia al agua medida en ATM es una característica técnica fundamental a la hora de elegir un reloj, pero debe entenderse bien para evitar malos usos o expectativas erróneas. No se trata solo de “cuántos metros” puede sumergirse, sino de cómo lo usarás tú en el día a día.
Conociendo tu estilo de vida y cuidando bien tu reloj, puedes disfrutarlo por muchos años sin preocuparte por la humedad o el agua.